Todos los años festejamos a los muertos que se han adelantado en el camino, esta actividad se ha convertido en una tradición milenaria, que se ha ido transmitiendo de generación en generación, sin embargo es algo mas que una simple y llana tradición.En las vísperas de todos santos los vivos realizan gustosos los preparativos que deleitaran a los fieles difuntos, desde niños hasta ancianos que se han adelantado en el camino vendrán de nuevo a este mundo a degustar el suculento festín que debe de estar listo desde el 31 de octubre, pues según la tradición son los pequeños los que ansiosos esperan este día primero de noviembre para volver a probar los dulces que tanto los hacían felices y el día dos de noviembre las animas de los mayores vendrán a probar toda clase de alimentes que en vida acostumbraban a comer, desde un delicioso arroz con leche hasta una deliciosa cerveza o un fuerte tequila par quien gustaba de las fiestas y el alcohol, que decir de la frescura de la fruta como la mandarina o la naranja y no puede faltar el exquisito pan que en su honor se le ha denominado de muerto.
Esta tradición se ha convertido al pasar de los tiempos en toda una cultura de festejo a la muerte que lejos de ser triste, sombría y atemorizante es alegre, colorida y deleitable.
Por: Rafael M.H.
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